No necesitas brackets
Los humanos no deberían necesitar brackets o aparatos de ortodoncia.
La industrialización, la dieta moderna y los cambios sociales hicieron que la persona promedio no pueda desarrollar unos maxilares fuertes y unos dientes rectos.
Este es un trabajo realizado por el Dr. John Flutter, un odontólogo, pionero en la investigación miofuncional y de Myobrace, el divulga está información en sus redes aunque no es muy conocido.
Así que acá te dejo una guía de cómo criar a tu hijo para que desarrolle un maxilar sano y dientes rectos sin la necesidad de un ortodoncista (y también cómo podés arreglar los tuyos)
Supongamos que tenés una máquina del tiempo y pedís volver al pasado, a mediados del siglo XVIII y decís que querés ver a un ortodoncista, la gente se te van a quedar mirando y no van a tener idea de lo qué estás hablando...
Porque no existían.
Simplemente no los necesitaban ya que hasta hace un par de siglos, nuestros dientes eran perfectos, naturalmente.
Entonces, ¿qué cambio?
TODO COMIENZA CON EL PECHO
La lactancia materna es lo que nos prepara para tener dientes rectos de por vida, y nada puede reemplazar ésto.
En los últimos siglos, nuestros maxilares se volvieron más estrechos, un factor importante que conduce a dientes chuecos.
Esto se debe, al menos en parte, al auge de la alimentación con mamadera.
La lactancia materna es como un ejercicio para la cara y la mandíbula. Requiere que utilices todos los músculos faciales, la lengua y la mandíbula de forma adecuada.
Se demostró que esto produce un aumento del tamaño del paladar con una mandíbula más ancha.
Si podés estar en una situación en la que podés amamantar exclusivamente a tu hijo, hacélo.
Lo van a apreciar en un futuro por el desarrollo de su mandíbula y dientes, además de muchas otras razones que van más allá de la boca.
CHUPETE
Aproximadamente a la misma edad, muchos papás comienzan a darles chupetes a sus hijos.
Evitá esto.
Los chupetes y chuparse el dedo desalinean los dientes modificando la forma de la mandíbula y el paladar.
Esto tiene el efecto opuesto a la lactancia materna, ya que cambia la forma de la mandíbula de una manera que es negativa para el desarrollo.
Cuando se produce este cambio, se produce una mandíbula débil y una alineación dentaria torcida. Evitá los chupetes y que se chupen el dedo.
RESPIRACIÓN BUCAL
George Catlin (1796-1872) fue un artista conocido por sus hermosas pinturas de comunidades tribales en todo el oeste de Estados Unidos.
Cuando pasaba tiempo con estas personas, observó un ritual bastante peculiar, pero importante:
Estás tribus nativas hacían un esfuerzo consciente para cerrar las bocas de sus hijitos mientras dormían.
Esto impidió que estos niños respiraran por la boca y los obligó a respirar por la nariz.
¿Qué más notó acerca de estos pueblos nativos?
Todos ellos tenían los dientes perfectamente rectos.
Catlin continuó escribiendo su libro “Aliento de vida” sobre las razones por las que los nativos respiraban por la nariz y las increíbles ventajas de está práctica.
Tenía razón.
Respirar por la boca produce muchos daños, y uno de los más frecuentes es el que produce en la mandíbula y los dientes.
La respiración bucal produce un crecimiento desigual de la mandíbula (la superior crece más que la inferior), un estrechamiento de la mandíbula y una profundización del paladar (paladar ojival)
Esto hace que la lengua (retenedor natural) no tenga espacio para encajar entre los dientes y los dientes queden completamente torcidos.
Respirar por la boca es más perjudicial para nuestra salud que cualquier lesión.
Todos, incluidos los adultos, deberían respirar por nariz a diario.
MASTICACIÓN
Los humanos estamos diseñados para masticar mucho más de lo que lo hacemos hoy en día.
Solíamos desgarrar tendones de animales, masticar carne y roer huesos.
Hoy en día, se alimenta a los chicos con papillas procesadas, alimentos blandos y la mayoría de las personas ni siquiera van a comer un trozo de carne dura por que los va a tener masticando por minutos.
Necesitamos masticar para el desarrollo de nuestras mandíbulas y la correcta alineación de nuestros dientes, sin mencionar los graves problemas respiratorios que se producen si no lo hacemos.
Masticar es lo que alinea nuestra mandíbula y nuestros dientes, sobre todo para los más jóvenes.
Así que descartá los alimentos blandos. Esto se aplica tanto a los más chicos como a los adultos.
Comé carne dura. Arranca esos tendones. Mastica esa grasa. Mordé todo lo que queda del hueso.
Tus dientes te lo van a agradecer más tarde.
Incluso para nosotros los adultos, masticar puede ayudar.
Cuando tu cuerpo está expuesto a un estímulo (masticar), va a encontrar una forma de adaptarse a ese estímulo (enderezar los dientes) para facilitar la tarea en cuestión.
Aunque nuestras mandíbulas no son tan maleables como las de los nenes chiquitos, masticar todavía nos beneficia enormemente.
POSTURA DE LA LENGUA
Posiblemente lo más importante es dónde va la lengua dentro de la boca.
Todos los temas anteriores ayudan a contribuir de forma natural a una postura adecuada de la lengua, sin siquiera tener que pensar en ello.
Pero esto también se puede practicar.
Entonces, ¿cómo es realmente la postura correcta de la lengua?
Querés que tu lengua presione ligeramente contra el paladar, entre tus dientes superiores.
Por eso es tan importante que se practiquen los temas anteriores para ensanchar la mandíbula y hacer espacio para la lengua ahí arriba.
¿Qué hace esta postura?
Ayuda a promover el correcto desarrollo de la mandíbula.
Aplicar esa presión hacia afuera sobre los dientes, asegurá que no se amontonen hacia adentro, una causa común de dientes torcidos.
Esta presión hacia afuera, junto con la presión hacia adentro de los labios y las mejillas, permite que los dientes queden perfectamente alineados y, en conjunto, actúan como los aparatos de ortodoncia de la naturaleza.
También cuando naturalmente tú lengua está ahí asegurá que estes respirando por nariz porque tú boca está cerrada.
Esta postura es beneficiosa para la respiración, el rendimiento, la postura de la columna y mucho más.
Entonces pega la lengua al paladar y asegúrate de que tus hijos también hagan lo mismo mientras crecen para que tengan sus dientes bien.
Al final son 5 sencillos pasos:
- Amamantar
- Evitar los chupetes
- Evitar respirar por la boca
- Masticar… Mucho
- Practicá la correcta postura de la lengua
Los 5 para tus nenes chiquitos, pero vos también deberías practicar los 3 inferiores para tener una mejor mandíbula y mordida
Asegúrate de inculcar estos hábitos a tus hijos, porque les va a permitirá llevar una vida funcional, estética y saludable.
Mucha gente dice que sus dientes no estaban derechos y que los aparatos los salvaron.
El trabajo de ortodoncia es increíblemente importante.
Si tenés una malísima dentadura o un paladar estrecho, el trabajo de ortodoncia puede cambiar por completo tu capacidad para respirar, lo cual es esencial para tu calidad de vida.
Tenemos que cambiar los hábitos que hicieron que nuestros dientes doblen en primer lugar como una respiración bucal, postura de la lengua, una dieta blanda etc
Ya que una vez finalizado el tratamiento sin corregir estos hábitos se te van a volver a desalinear de nuevo.
Es por esto que tenés que hacer todo lo posible para que tus hijos tengan una sonrisa perfecta de forma natural, siguiendo estos pasos.
No hay absolutamente ningún daño en hacer esto y, en el peor de los casos, un trabajo de ortodoncia.
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