selección sexual

Acá tengo algo escrito sobre la teoría de la selección sexual de Darwin.

Esta es otra de las teorías de Darwin que no es antagonista de la teoría de la selección natural sino que se superponen.

En cualquier especie animal, el sexo que más invierte en la reproducción es el más selectivo a nivel sexual. 

Y en la mayor parte de las especies, ese sexo es el femenino.

Darwin vio que las hembras de distintas especies eran más selectivas, ya que una mala elección es más costosa para ellas, y los seres humanos entraríamos básicamente en esa categoría.

"Mientras que la funcion biologica del macho es fecundar a la mayor cantidad de hembras posibles para asegurar la desendencia, las hembras tienden a ser mas selectiva, con el fin de asegurar la supervivencia de aquella descendencia."

Las estrategias de cortejo fueron desarrolladas como impulsos que incrementan las posibilidades reproductivas. 

Para los seres humanos y para gran cantidad de animales de otras especies, un aumento en el número de parejas no lleva a las mujeres a tener más hijos, mientras que si favorece considerablemente a los hombres, ya que al menos durante el periodo de gestación, la mujer no puede concebir más hijos.

Una mujer lleva nueve meses a su hijo en su vientre, debe darle el pecho y luego es la principal responsable de la crianza durante mucho tiempo. 

No puede decir "Mejor gesto dos meses porque estoy muy ocupada".

En muchas especies esta mayor inversión lleva a las hembras a ser más selectivas porque una mala elección es más costosa para ellas. 

El puntapié inicial de esta teoría lo dio Darwin, pero al parecer por aquella época no era algo que la sociedad victoriana estuviera dispuesta a aceptar. Los biólogos de entonces dudaban de que las mujeres pudieran influir en la evolución de las especies. Posteriormente muchos otros estudios fueron consistentes con la teoría de Darwin, reuniendo evidencia de cómo, por ejemplo, las mujeres son más selectivas que los varones en el mercado de citas, y cómo en las búsquedas de pareja se reflejan las diversas presiones evolutivas que tuvieron hombres y mujeres. 

Un estudio de David Buss sobre este tema realizado con 37 muestras de 33 países localizados en seis continentes y cinco islas, y del que participaron más de diez mil personas, encontró que en promedio las mujeres requieren más que los varones que sus candidatos den señales de poseer recursos económicos, mientras que la capacidad reproductiva (asociada al pico de la edad fértil, que es en la juventud) era más preferida en promedio por los varones (Buss, 1989). 

Este fenómeno es denominado "hipergamia", en inglés se ilustra con el término "marry up" (casarse "para arriba"), es el acto de buscar pareja o cónyuge de mejor nivel social o económico que uno mismo. 

Es una diferencia de sexo inherente a la selección sexual, con hombres motivados a buscar mujeres en edad reproductiva y mujeres que buscan hombres que puedan proporcionar los recursos necesarios para la supervivencia de la familia.

Un mayor estatus del varón implica un mayor acceso a recursos potenciales, pero también el estatus debe ser comprendido como una buena posición dentro del grupo. 

En una comunidad de cazadores-recolectores el buen cazador podía ser el más atractivo, en otras pudo haber sido el que había asesinado a más enemigos. Luego esa preferencia se desplazó a destrezas culturales o científicas, lo que supone implícitamente un mayor acceso a potenciales recursos. 

Dentro de ese "status" se encuentra la apariencia física y la calidad genética que si importa (a mi criterio mucho más de lo que estos psicólogos evolucionistas sugieren)

"Necesito admirarlo" es un requerimiento que en parte resume la predilección de muchas mujeres por los hombres que poseen estatus. 

En su artículo "The Mating Crisis Among Educated Women" (La crisis de pareja entre las mujeres educadas) David Buss da cuenta de cómo a las mujeres que tienen mayores ingresos económicos y que son universitarias, el número de hombres viables se les achica porque suelen preferir que ganen más plata que ellas o que tengan más estatus.

Este resultado también sería consistente con la teoría de la selección sexual y estaría revelando un mecanismo ancestral que quizás atente contra el bienestar de las mujeres de buena posición económica y profesional en la actualidad.

John Townsend (1998) encontró que no solo esta preferencia no desaparece en mujeres independientes, sino que se incrementa.

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