calcio
Está es la manera más sencilla de introducir más CALCIO a tu dieta: un mineral que es imprescindible para el metabolismo.
El calcio es importante para el metabolismo porque estimula la producción de calor de manera similar a como lo hacen el sodio, las proteínas y el azúcar.
El calcio es un factor clave para mantener una alta tasa metabólica, lo que puede ayudar a prevenir el sobrepeso. Además, el calcio inhibe las enzimas formadoras de grasa, como la sintasa de ácidos grasos, y activa las proteínas desacopladoras en las mitocondrias, lo que aumenta la tasa metabólica y protege contra la oxidación de radicales libres.
La dosis diaria recomendada es de 1000 mg, pero estos valores hacen referencia al valor mínimo imprescindible para la supervivencia, no a los valores optimos que tienden a ser entre 2 a 3 veces más.
Para llegar a eso tenes que tomarte 1 litro de leche al día o comer mucho queso cosa que nadie hace
Es cierto que algunos alimentos de origen vegetal como el sésamo, el brócoli y las almendras, en teoría, aportan una buena cantidad de calcio; pero, una cosa es lo que un laboratorio mida, y otra lo que el cuerpo absorba y cómo.
Para algunos, por accesibilidad o genética, no pueden consumir la cantidad suficiente de lácteos, y se encuentran con falta calcio en su dieta.
Por eso te sugiero está solución: crea tu propio suplemento de calcio con cáscaras de huevos.
"Las cáscaras de huevo están hechas casi en su totalidad de carbonato de calcio, que es exactamente lo que forma nuestras uñas, dientes y huesos. También están cargados de proteínas, magnesio, selenio, estroncio y otros compuestos que se dice que son buenos para los huesos y las articulaciones. Debido a que son un alimento integral (no un suplemento artificial), es más fácil para nuestro cuerpo absorber y asimilar los nutrientes que se encuentran en las cáscaras de huevo. Y la mejor parte es que son 100% gratuitos y sin desperdicio." ¹
Entonces, cuando comas huevos, separa las membranas, guarda las cáscaras en la heladera y, cuando tengas suficientes, mételas en agua hirviendo durante 10-15 minutos.
El siguiente paso es, una vez se sequen, meterlas al horno a 90-100 grados durante 15 minutos.
Y ahora solo falta triturarlas.
Hacerlo a mano hasta conseguir polvo es difícil, por eso muchos utilizan usar un mortero, yo en cambio uso una licuadora.
Del polvo resultante podés consumir media cucharadita pequeña al día para asegurar tu ingesta de calcio, o también añadir a este polvo a batidos o usarlo como condimento.
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