Es importante entender que nuestros genes interactúan con el
ambiente de una manera dinámica y recíproca entre sí, para poder hacer posible
el desarrollo y formación de los individuos.
La epigenética se ocupa del estudio de todos aquellos
factores bioquímicos que modulan la expresión genética sin alterar la secuencia
de base del ADN. Estos factores funcionan como un interruptor, que da la señal,
activando y desactivando la expresión de algunos genes.
La nueva ciencia de la epigenética nos explica además como
nuestro entorno y comportamientos pueden activar o desactivar ciertos genes,
modulando lo que hasta hace poco se consideraba un código inmutable.
Tu genotipo es único, pero puede expresarse de diferentes
maneras según los estímulos que reciba.
Es la información epigenética la que, con el paso el tiempo,
permite diferenciar a gemelos idénticos, cuyo material genético (es decir el
genoma) es idéntico.
Tendrán el mismo genoma pero distinto epigenoma.
Cuando nacen apenas comparten diferencias entre ellos
y, a medida que va pasando el tiempo, la disparidad en la alimentación, si
hacen ejercicio físico o no, las vivencias que tengan, si fuman o no… todos
estos factores hará que cada uno de ellos presente un epigenoma diferente.
En esta ilustración podemos ver como la misma persona expuesta a diferentes estímulos (hábitos y comportamientos) a lo largo el tiempo manifiesta diferentes genes
Por un lado podemos ver la expresión de un fenotipo saludable por desenvolverse en un ambiente natural y recibir la información correcta cosas como (proteínas y grasas de origen animal, dormir 8 horas, hacer actividad física, recibir luz solar, ayunar, etc.)
En contraposición a la misma persona siendo sedentario, durmiendo 5 horas, no estando al aire libre, comiendo ultraprocesados, viendo tele en lugar de caminar etc.
La misma persona teniendo hábitos diferentes manifiesta, es decir expresa genes distintos, esta en vos decidir a que ambiente te expones y que comportamientos tenés.
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