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En la década de 1930, un psiquiatra llamado George Vaillant comenzó a recopilar datos sobre un grupo de graduados de Harvard. ( estudio ) Ahora bien, lo que hizo fue hacer un seguimiento de su situación financiera, su situación familiar, dónde vivían, qué ocupaciones tenían, si participaron en la guerra o no, si las personas que conocieron murieron, si obtuvieron promociones, si se mudaron a una casa nueva y agradable y compraron una lancha. Todo lo que te podés imaginar, hizo este tipo de rastreó durante décadas y décadas y décadas. Ahora, mientras rastreaba todos esos datos, también les hizo preguntas psicológicas básicas: ¿Qué tan feliz sos? ¿Qué tan satisfecho con tu vida estás? ¿Tenés un sentido de significado y propósito? ¿Cómo son tus estados de ánimo? ¿Odias a tus hijos? En este punto, como podés imaginar, recopilaron una gran cantidad de datos. Entonces, ¿qué aprendió Vaillant? Bueno, en 2004, dijo que podía resumir más de 70 años de datos psicológicos con una sola palabra, “

Esta es una de las ideas más profundas del mundo occidental y que surge de la religión. La idea es que hay una forma de generar orden, que es la correcta, y eso se materializa a través de la verdad. “Si digo la verdad con el mayor tacto posible, cualquier cosa que ocurra, sería lo mejor que podría haber ocurrido en esa situación, sin importar lo que ocurra” Esta idea nos sugiere que adoptemos una postura ante la vida en la cual seamos honestos de una manera radical, para vivir auténticamente en el mundo. Decir la verdad a como de lugar y ser tal y como somos, sin reservas. Hacer esto obviamente es difícil, a veces puede darnos miedo, pero tenemos que acostumbrarnos gradualmente a hacerlo porque es lo correcto, para vivir bien con autenticidad debemos decir la verdad y vivir en la verdad. Si existen conflictos en tus relaciones por ejemplo, ese es solo el problema superficial, el problema real es que no estas siendo honesto en como te sentis y no pedis lo que necesitas, no estas

Es importante entender que nuestros genes interactúan con el ambiente de una manera dinámica y recíproca entre sí, para poder hacer posible el desarrollo y formación de los individuos. La epigenética se ocupa del estudio de todos aquellos factores bioquímicos que modulan la expresión genética sin alterar la secuencia de base del ADN. Estos factores funcionan como un interruptor, que da la señal, activando y desactivando la expresión de algunos genes. La nueva ciencia de la epigenética nos explica además como nuestro entorno y comportamientos pueden activar o desactivar ciertos genes, modulando lo que hasta hace poco se consideraba un código inmutable. Tu genotipo es único, pero puede expresarse de diferentes maneras según los estímulos que reciba. Es la información epigenética la que, con el paso el tiempo, permite diferenciar a gemelos idénticos, cuyo material genético (es decir el genoma) es idéntico. Tendrán el mismo genoma pero distinto epigenoma. Cuando nacen apenas comp