Lo peor que podés comer

Este cambio en tu dieta es el que seguramente va a tener el efecto mas significativo.

Todas tus células están hechas a partir de los alimentos que comes. En tu cerebro, en tus órganos y básicamente en todas tus células, la grasa juega un papel esencial.

¿Cuál es el peor tipo de grasa que podes consumir? (además de las grasas trans)

Las grasas poliinsaturadas.

Este tipo grasas provienen de los aceites vegetales (girasol, canola, soja, maíz) y son las más utilizadas en restaurantes y en la comida ultraprocesada, sobre todo porque son más baratas y no tienen sabor a nada.

Son estructuralmente más débiles, al contener más enlaces dobles y son más susceptibles a la oxidación. Generan en nosotros lo que se conoce como estrés oxidativo.

La historia de la grasa: por qué nos equivocamos sobre la salud

La popularización de estos aceites coincide con un aumento histórico en enfermedades cardiovasculares, obesidad y Alzheimer.

Dada su fragilidad estructural, producen inflamación: una disrupción en la comunicación celular en sus funciones básicas.

Las células construidas a partir de estos ácidos grasos se descomponen más fácilmente, creando toxinas y radicales libres. Afectan a la tiroides, bloquean la quema de grasa, y dificultan la absorción de nutrientes en tu sistema digestivo.

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Cómo los PUFAs dañan tu metabolismo

Los ácidos grasos poliinsaturados son perjudiciales y afectan al metabolismo de varias maneras:

1. Interfiere con la digestión de proteínas: Cuando se consume un aceite de semilla altamente insaturado, como el aceite de linaza, los PUFAs bloquean las enzimas proteolíticas digestivas, lo que impide la digestión adecuada de las proteínas en el estómago y el intestino.

2. Inhiben la función tiroidea: Los PUFAs inhiben las enzimas proteolíticas necesarias para formar la hormona tiroidea. Además, impiden que las hormonas tiroideas se transporten adecuadamente en la sangre y bloquean la acción de la hormona tiroidea en las células, lo que reduce la respiración celular y la producción de energía.

3. Producción de fragmentos oxidativos reactivos: Los PUFAs se degradan y producen fragmentos oxidativos reactivos que son tóxicos para las células, lo que puede dañar los tejidos y contribuir a enfermedades.

4. Intensificación de las acciones del estrógeno: Los PUFAs aumentan las acciones del estrógeno al liberar estrógeno de las proteínas de unión y activar los receptores de estrógeno, lo que puede alterar el equilibrio hormonal y afectar negativamente el metabolismo.

5. Aumenta la sensibilidad a la insulina en las células de grasa: Los PUFAs hacen que las células de grasa sean más sensibles a la insulina, lo cual no es deseable. Se prefiere que las células de grasa sean resistentes a la insulina para evitar el almacenamiento excesivo de grasa.

6. Se ccumulan en los tejidos: Los PUFAs se acumulan en los tejidos, incluyendo el cerebro, a lo largo de la vida. Esta acumulación puede ralentizar el metabolismo y aumentar la inflamación celular.

7. Efectos pro-inflamatorios y pro-envejecimiento: Los PUFAs aumentan la inflamación y aceleran el envejecimiento, contribuyendo a las enfermedades crónicas y degenerativas.

En resumen, los PUFAs interfieren con múltiples aspectos del metabolismo celular, desde la digestión de proteínas hasta la función tiroidea y la regulación hormonal, lo que puede llevar a una serie de problemas de salud.

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